Movilidad urbana y metropolitana

6 RETOS DE LA MOVILIDAD METROPOLITANA EN ESPAÑA

A lo largo del presente informe monográfico se han ido desgranando las principales cifras, actores, medidas y tendencias presentes en el contexto actual de la movilidad urbana y metropolitana. A modo de resumen, en la siguiente figura se muestra de forma esquemática la coyuntura actual y futura del transporte urbano y metropolitano.

Figura 15. Coyuntura actual de la movilidad urbana y metropolitana


igura 15.Coyuntura actual de la movilidad urbana y metropolitana. La explicación del gráfico se detalla a continuación de la imagen.


Fuente: Elaboración propia del OTLE

La figura anterior muestra un esquema de la coyuntura actual y futura del transporte urbano y metropolitano (irrupción de la tecnología, cambios sociales, externalidades y actores que giran en torno a los usuarios y clientes).

Ante este panorama actual, la movilidad urbana y metropolitana se enfrentará en los próximos años a una serie de retos. Entre dichos retos se encuentran los siguientes:

·         Dar respuesta a los nuevos patrones de movilidad, propiciados por los cambios demográficos y sociales, y el creciente uso de la tecnología.

o   En el ámbito urbano y metropolitano resulta necesaria la cooperación entre las distintas Administraciones para que haya una planificación integrada de los usos del suelo y el transporte, y se diseñen estructuras urbanas compactas polifuncionales que favorezcan los desplazamientos de proximidad, fomentando la mayor utilización de los modos de transporte más sostenibles (transporte público o modos no mecanizados). No obstante, la mezcla de usos en ocasiones resulta compleja, dada la creciente globalización de la economía, donde si bien la producción y el valor añadido siguen una clara tendencia al alza, cada vez existe un menor número de empresas y las que hay son cada vez más grandes, lo que puede resultar complicado a la hora de implantar usos terciarios mezclados con residenciales.

o   En cuanto a los aspectos sociales, habrá que tener en cuenta las necesidades de movilidad de una población cada vez más envejecida que, además, no tiene tan interiorizado el uso de las nuevas tecnologías y, por tanto, de los nuevos servicios de movilidad. En consecuencia, el diseño de aplicaciones con interfaces sencillas, sumado a la difusión de las ventajas y del uso de estas nuevas tecnologías, así como la provisión de unos medios de transporte accesibles, juegan un papel determinante a la hora de mitigar el posible grado de exclusión de dicho colectivo.

o   En lo que respecta a los cambios en los hábitos de consumo, juega un papel esencial la regulación, planificación y gestión de los servicios de transporte, tanto de viajeros como de mercancías. Es preciso contar con reglas de uso y circulación de ciertos vehículos, así como con regulación para la operación de vehículos compartidos en las ciudades. Este cambio de hábitos se puede aprovechar para conseguir una mayor preferencia por el transporte público, la movilidad compartida y el uso de modos no motorizados, implementando mejoras en la conectividad, los transbordos, los espacios para caminar y la experiencia del usuario.

·         La emergencia ambiental y climática. La necesidad de luchar contra el cambio climático y de reducir la contaminación atmosférica generada en las ciudades son otros de los retos a abordar de manera más urgente. Resulta imprescindible conseguir una movilidad eficiente en relación con los recursos utilizados y que, además, sea medioambientalmente sostenible. En este sentido, la promoción y mejora del transporte público, la movilidad eléctrica, las zonas de bajas emisiones o la multimodalidad, tanto de pasajeros como de mercancías –ligado todo a la implantación de nuevas tecnologías– serán medidas esenciales para conseguir reducir las emisiones del transporte y los impactos negativos que estas provocan. La renovación del parque automovilístico es una cuestión que también es preciso abordar, ya que son los coches antiguos los que más energía consumen y los que más contaminan, además de ser menos seguros.

·         La aparición de nuevas tecnologías puede favorecer, como se ha comentado en este informe y en el informe monográfico del OTLE publicado en marzo de 2019 y dedicado a “La transformación digital en el transporte”, la eficiencia, la sostenibilidad ambiental, la seguridad, o la multimodalidad entre otros beneficios. No obstante, este desarrollo tecnológico plantea una serie de desafíos, entre los que se encuentran los siguientes:

o   Minimizar el posible desfase entre la aparición de nuevas tecnologías aplicadas al transporte (como pueden ser los nuevos servicios de movilidad compartida o el vehículo autónomo) y la normativa que los regule. Ello demanda una mayor agilidad por parte de las distintas administraciones, que han de comprender el funcionamiento de las nuevas tecnologías y la forma en las que están impactando para, posteriormente, poder regular adecuadamente.

o   Las nuevas tecnologías proporcionan una cantidad de datos que provienen de los clientes de los diferentes servicios de movilidad y de comercio electrónico, y que son de gran utilidad para planificar y gestionar la movilidad urbana y metropolitana. Los tecnólogos y las empresas se enfrentan al reto, desde una perspectiva de seguridad y privacidad, de garantizar que los consumidores tengan el suficiente control sobre sus datos para prevenir el uso indiscriminado de estos a la vez que se mantiene su utilidad para extraer conocimiento, patrones y, en resumen, aportar valor al sistema.

o   La atomización empresarial y administrativa puede ralentizar la implantación de nuevas tecnologías (como por ejemplo las soluciones tipo MaaS), pero a su vez existe también el riesgo de que los servicios tecnológicos acaben derivando, por las denominadas economías de red, en una empresa principal que desde el ámbito privado controle la gran mayoría del mercado.

o   Los tiempos de implantación e interiorización por parte de los ciudadanos de algunas de las tecnologías pueden ser altos, lo que en ocasiones puede producir que surja una tecnología más avanzada o que las necesidades de los distintos actores hayan cambiado.

o   La ciberseguridad es otro de los retos que se deriva del desarrollo tecnológico, y en el que se deben concentrar grandes esfuerzos. Además, las cuestiones relativas a la privacidad, los aspectos relativos a la gestión de las infraestructuras y servicios de transporte cobran especial relevancia, tanto en el ámbito de la seguridad operacional como en la física.

·         La heterogeneidad del sistema de movilidad y la aparición de nuevos actores plantea otro reto importante: disponer de una adecuada regulación, coordinación y colaboración. Esta colaboración no debe sólo restringirse a crear una serie de mecanismos para mejorarla, que también, sino a la hora de planificar soluciones integradas –entre las administraciones implicadas y los servicios que estas ofrecen, y también entre estas y el resto de actores– que permitan ofrecer alternativas y soluciones óptimas a las necesidades de movilidad de los ciudadanos y la posterior y constante revisión de las consecuencias que tienen las soluciones de movilidad implementadas, de forma que puedan incorporarse mejoras en las mismas como fruto del avance continuo.