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5.1.3 Eficiencia energética

La eficiencia energética en el transporte se define como la energía final consumida por unidad de transporte, de tal manera que se evalúa la capacidad de cada modo de transportar viajeros y mercancías con el menor gasto energético posible. En base a esta definición, el transporte por ferrocarril tiene una clara ventaja sobre el resto de modos analizados en cuanto a eficiencia energética, como puede apreciarse en el gráfico siguiente, representando un consumos de la tercera parte que los otros dos modos analizados.

Gráfico 215. Consumo de energía por unidad de tráfico (TJ/UT-km) por modos. 2018

ráfico 215. Consumo de energía por unidad detráfico (TJ/UT-km) por modos. 2018. La explicación del gráfico se detalla a continuación de la imagen.

Fuente: Elaboración propia del OTLE con datos del Sistema Español de Inventario y Proyecciones de Emisiones a la Atmósfera de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), DGC, OFE y AENA S.M.E., S.A. (Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana)

La mayor eficiencia del ferrocarril frente a la carretera se debe en parte al alto número de viajeros y volumen de mercancías que puede transportarse en cada desplazamiento. En el otro extremo, la propia naturaleza del modo aéreo, con la alta intensidad energética que requieren los viajes de estas características, lo convierte en el menos eficiente, a pesar de ser un transporte masivo de alta capacidad.

La gran diferencia entre los modos ferroviario y carretera es aún más pronunciada si se compara la desagregación de cada modo en viajeros y mercancías. Como se aprecia en los gráficos siguientes, el transporte de mercancías en ferrocarril es casi 5 veces más eficiente que la carretera. La diferencia de eficiencia entre estos dos modos en el transporte de viajeros es menos acusada, aunque el ferrocarril sigue siendo 3 veces más eficiente que el modo carretera en cuanto al transporte de viajeros, como se observa en los gráficos a continuación.

Gráfico 216. Consumo de energía en el transporte de viajeros por unidad de transporte para los modos ferroviario y carretera (TJ/viajeros-km). 2018

ráfico 216. Consumo de energía en el transportede viajeros por unidad de transporte para los modos ferroviario y carretera(TJ/viajeros-km). 2018. La explicación del gráfico se detalla a continuación de la imagen.

Fuente: Elaboración propia del OTLE con datos del Sistema Español de Inventario y Proyecciones de Emisiones a la Atmósfera de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), DGC, OFE y Renfe

Gráfico 217. Consumo de energía en el transporte de mercancías por unidad de transporte para los modos ferroviario y carretera (TJ/t-km). 2018

ráfico 217. Consumo de energía en el transportede mercancías por unidad de transporte para los modos ferroviario y carretera(TJ/t-km). 2018. La explicación del gráfico se detalla a continuación de la imagen.

Fuente: Elaboración propia del OTLE con datos del Sistema Español de Inventario y Proyecciones de Emisiones a la Atmósfera de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), DGC, OFE, Renfe y ADIF.

En resumen, y con las matizaciones propias de las metodologías y fuentes empleadas, cabe concluir que el ferrocarril sigue siendo con diferencia el modo más eficiente energéticamente de los tres considerados en relación al transporte. En el ámbito terrestre, sigue existiendo una diferencia evidente en la eficiencia de los modos ferrocarril y carretera, especialmente en el transporte de mercancías como se ha comentado anteriormente. Durante 2018, la eficiencia del transporte ferroviario ha experimentado la misma tendencia decreciente que se observa desde el 2005, dado que el consumo por unidad de transporte se ha reducido en un 1,5% con respecto a 2017. Esta misma tendencia se observa en la eficiencia del transporte por carretera, con una reducción del 1,14% del consumo por unidad de transporte. Este decrecimiento en ambos casos puede ser debido principalmente al incremento en la electrificación del transporte y, además, en el modo carretera al incremento de la utilización de los biocarburantes.

En cuanto al modo aéreo, en el último año se ha reducido el consumo por unidad de transporte en casi un ‑1,12%, y desde el año 2005 se ha reducido en más de un -30%, lo que evidencia la continua renovación de las flotas por las aerolíneas y los avances tecnológicos de las aeronaves, que permiten una importante mejora en la eficiencia de los mismos ya que además de la mejora en la sostenibilidad, el carburante tiene un importante peso en los costes de operación.