Menú Informe

5.1.1 Consumo energético del transporte

La mejora continua de los aspectos ambientales involucrados en una actividad tan energéticamente intensa como el transporte, es fundamental para alcanzar un desarrollo sostenible en el ámbito español. Es por ello por lo que resulta especialmente relevante la integración de las externalidades negativas en la toma de decisiones asociadas al desarrollo del sector.

Tanto en la Unión Europea como en España el transporte es el sector con mayor consumo energético, con un 31,0% de la energía final consumida en los países de la UE-28, y un porcentaje aún mayor en España, donde en 2018 se alcanzó una participación del 39,7%. Esta cuota, más de 8 puntos superior a la media europea, está condicionada por la estructura productiva de nuestra economía, con un sector agrario, agroalimentario y forestal reducido; un sector industrial centrado en los bienes de equipo y con un peso relevante de la automoción; un sector de la construcción que se ha reducido a la mitad en el último decenio y se sitúa en niveles muy por debajo de los europeos; y un sector servicios con un peso importante -que incluye el turismo con una partición del 12,3% del Producto Interior Bruto en 2018-.

Gráfico 211. Consumo de energía final en el transporte en relación con otros sectores. España y Unión Europea. 2018

ráfico 211. Consumo de energía final en el transporte en relación con otrossectores. España y Unión Europea. 2018. La explicación del gráfico se detalla a continuación de la imagen.

Fuente: Elaboración propia del OTLE con datos de Eurostat.

Los datos de consumo de energía final en el transporte indican que el modo que más peso tiene con gran diferencia es la carretera, responsable de más del 92% del consumo de energía final en el sector en 2018. El consumo total de este modo durante 2018 fue de 1.196.381 TeraJulios, frente a los 1.295.085 TeraJulios que componen el total del transporte nacional. En la tabla siguiente se muestra la evolución de los consumos de cada modo de transporte en los últimos 6 años:

 

Tabla 63. Consumo de energía final nacional por modo de transporte. TJ. Periodo 2013-2018

Modo de
transporte
2013 2014 2015 2016 2017 2018
Ferroviario 15.796 16.128 16.267 15.832 15.527 15.840
Aéreo 32.851 32.637 33.999 36.690 38.470 41.561
Marítimo* 21.181 13.487 17.893 25.281 40.039 41.303
Carretera
total
1.059.496 1.074.714 1.111.907 1.145.297 1.170.339 1.196.381
  Carretera
urbana**
362.987 372.063 378.352 389.664 392.067 403.872
  Carretera no
urbana
696.509 702.651 733.555 755.633 778.272 792.509
    Carretera no
urbana - pasajeros
411.683 409.112 424.196 441.600 433.937 442.597
    Carretera no
urbana - mercancías
284.826 293.539 309.359 314.034 344.335 349.912
Total
transporte nacional
1.129.323 1.136.966 1.180.066 1.223.101 1.264.375 1.295.085

* Los datos del modo marítimo adolecen de falta de consistencia entre las metodologías de estimación del consumo energético, debido a la incertidumbre en el cálculo de los consumos del tráfico internacional y a la dificultad en el cálculo de los tráficos nacionales por la ubicación geográfica de España en relación con el tráfico marítimo en el mar Mediterráneo y a través del estrecho de Gibraltar.

** Los datos de la pauta urbana se estiman como el complemento del resto de pautas, debido a la ausencia de datos agregados a escala nacional de tráficos en ámbitos urbanos.

Fuente: Sistema Español de Inventario y Proyecciones de Emisiones a la Atmósfera de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) y el informe “Los Transportes y las Infraestructuras” (Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana).

Como se refleja a continuación, desde 2008, coincidiendo con el inicio de la crisis, el consumo de energía final del sector transporte se ha reducido considerablemente pasando de 1.414.516 TJ en 2007 a 1.295.085 TJ en 2018, lo que supone una reducción del -8,44% en 10 años. La tendencia decreciente del consumo se interrumpió entre 2013 y 2014, donde se registraron los valores más bajos de la serie analizada en todos los modos de transporte. A partir de ese año el consumo se ha incrementado cada año por encima del 3%, si bien el incremento entre 2018 y 2017 no ha sido tan acusado ya que se ha situado en el +2,43%.

Gráfico 212. Consumo energético del sector transporte (TJ). 2005-2018

ráfico 212. Consumo energético del sectortransporte (TJ). 2005-2018. La explicación del gráfico se detalla a continuación de la imagen.

Fuente: Elaboración propia del OTLE con datos del Sistema Español de Inventario y Proyecciones de Emisiones a la Atmósfera de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) y el informe “Los Transportes y las Infraestructuras” (Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana)

La carretera, que es con diferencia el modo mayoritario en consumo energético global, así como también el responsable de gran parte de la movilidad, ha visto reducido su consumo de energía final en un -7,2% desde el año 2008, razón principal por la que se experimenta un importante decrecimiento global en el consumo total del transporte desde dicho año. A su vez, el ligero crecimiento observado desde 2014 es en gran parte responsable del reflejo de esta tendencia en el consumo global del transporte.

Para realizar un análisis más exhaustivo del modo carretera, se han desagregado los consumos energéticos en pauta no urbana de conducción de viajeros por un lado y de mercancías por otro. En la gráfica siguiente destaca la gran variación que ha experimentado el transporte de mercancías por carretera en los últimos 13 años, observándose una contracción del consumo del -16% desde 2007, que afecta directamente al decrecimiento registrado en el consumo global. Esta tendencia decreciente alcanzó su punto más bajo en 2013, año en el que se consumieron 284.826 TeraJulios en el transporte de mercancías por carretera, es decir, un 32% menos que en 2007. Sin embargo, desde ese punto más bajo en 2013 hasta 2018 el consumo energético del transporte de mercancías ha experimentado un incremento del +23%, siendo todavía un 16% inferior al consumo registrado en 2007.

En el caso del consumo del transporte de viajeros por carretera, se observa una tendencia mucho más constante que en las mercancías, y que resistió los efectos de la crisis algunos años más. En los años 2015 y 2016 se produjo un aumento del consumo, hecho que no ocurría desde 2008, si bien hasta 2018 el consumo energético se ha mantenido prácticamente constante.

Gráfico 213. Consumo energético en el transporte por carretera en pauta no urbana (TJ). 2005-2018

ráfico 213. Consumo energético en el transportepor carretera en pauta no urbana (TJ). 2005-2018. La explicación del gráfico se detalla a continuación de la imagen.

Fuente: Elaboración propia del OTLE con datos del Sistema Español de Inventario y Proyecciones de Emisiones a la Atmósfera de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) y el informe “Los Transportes y las Infraestructuras” (Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana)

Por otra parte, en el transporte aéreo se produjo un prolongado descenso del consumo energético desde el 2007 hasta el 2014, mientras que a partir del año 2015 se aprecia un repunte que supone un incremento interanual medio del +6,76% para los tres últimos años, con valores todavía muy por debajo de los niveles de consumo de 2007.

En relación al transporte marítimo, la variabilidad de la serie de datos se debe, en gran medida, al bunkering -repostaje de los buques -, lo que conduce a la falta de correlación en la estimación del consumo energético y de los tráficos, lo que se aprecia en especial en la desagregación del consumo energético entre la navegación de cabotaje y la navegación internacional. Por esta razón, el análisis del consumo energético del modo marítimo debe considerar esta circunstancia.

Por último, el consumo energético en el sector ferroviario se ha mantenido relativamente estable desde el año 2008 con algunos altibajos, mientras que el tráfico ha ido aumentando paulatinamente. El hecho de que el consumo energético no haya aumentado de manera significativa pese al progresivo aumento de tráfico posiblemente se deba a una mejora en la eficiencia técnica del sector y a la electrificación que se está realizando de manera progresiva en las líneas ferroviarias.