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3.4.9 Balance y conclusiones

En 2019 el precio del barril de Brent, con sus oscilaciones habituales, registró una tendencia a la baja, con una disminución anual del -8,6%. Este fenómeno de reducción supone un cambio de tendencia, dado que desde 2016 el precio del petróleo venía aumentando, y parece que se consolidará en 2020 como consecuencia de la menor demanda provocada por la crisis sanitaria mundial del COVID-19.

Estos cambios en el precio del petróleo suelen trasladarse a los precios del transporte con algún pequeño desfase temporal y por supuesto más suavizados. Estas consideraciones se observan en cierta manera en la evolución del precio del transporte, que experimentó una desaceleración en 2019 al registrar un crecimiento del +1,1%, porcentaje inferior al observado los dos años anteriores, mientras que, en el caso del índice de precios de servicios de transporte, sigue mostrando una tendencia de estabilidad y contención, al registrar una variación anual del -0,1% en 2019.

En relación con el gasto medio por persona en transporte, en 2019 creció un +2,4% respecto al año anterior, cifra superior al gasto medio total (+1,1%) y a la renta media per cápita (+2,3%). No obstante, a pesar del mejor desempeño del gasto en transporte en comparación con el total, la contribución del primero aún no ha alcanzado la participación sobre el total del gasto que se observaba en los años previos a la crisis.

De otra parte, el análisis de los precios y costes en conformidad con los datos y estimaciones realizadas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana muestra como el transporte por carretera ha seguido una tendencia de estabilidad en dichas variables. Así, en 2019 el coste del vehículo privado registró un leve crecimiento del +0,8%, cifras similares a las observadas en el transporte de viajeros en autocar (+0,2% en promedio de todos los vehículos en 2020) y para el transporte de mercancías por carretera (+0,7% respecto de las cifras de 2018 en promedio de todos los vehículos analizados).

En cuanto al transporte ferroviario, las percepciones medias por viajero-km de los distintos tipos de servicios han tenido un comportamiento desigual. Destaca la consolidación de los servicios de media distancia en alta velocidad como los de mayor percepción media a nivel nacional. No obstante, en términos de ingresos los servicios de alta velocidad en larga distancia son los que mayores cantidades aportan, además de continuar con su tendencia al alza prácticamente ininterrumpida desde 2007, como consecuencia del despliegue de nuevas líneas y servicios de alta velocidad. De otra parte, en el segmento de mercancías la percepción media por tonelada-kilómetro de los operadores públicos descendió un -1,6%, en contraste con el repunte del ingreso medio por tonelada (+4,2%). Estas cifras se trasladan en una disminución de los ingresos totales del -2,7%, en parte como consecuencia del descenso de la demanda de estos operadores.

Finalmente, el transporte aéreo vio incrementada la participación de los ingresos procedentes de los servicios regulares, alcanzando en 2018 más del 80% del total de ingresos de las principales compañías aéreas analizadas. Por su parte, el transporte marítimo continuó en 2019 con su tenencia al alza tanto en la percepción media por viajero-km (+9,0% de media respecto al año anterior), como en los ingresos totales (+14,9%), este último impulsado también por el incremento de la demanda comentado en el epígrafe 2.5.